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CHO YONG-PIL, LEYENDA DEL K-POP

jun 04, 2013 | 313 Hit
 

 


La revista estadounidense de música Billboard elogió al cantante coreano Cho Yong-pil al referirse al él como el “Michael Jackson de Corea”, en un artículo publicado el 28 de abril “Cho Yong-pil quita el primer lugar a Psy en la lista de 100 éxitos del K-pop”.

Con un párrafo inicial “El rey está de regreso”, el artículo hace una semblanza del cantante de 63 años de edad: “Si alguien puede estar a la par de Psy en Corea del Sur, no puede ser otro que Cho Yong-pil”. Así como Elvis fue ell “Rey del Rock and Roll”, Cho se ha ganado los sobrenombre de “Cantante Nacional” y también el del “Rey del K-pop”.

Su 19º elepé “Hello”, el primero que graba en diez años, fue recibido con elogios tanto en Corea como en el extranjero. La realización de este disco tan esperado fue posible gracias a la participación de 23 músicos de los Estados Unidos, Suecia, Tailandia, Gr
an Bretaña y Japón, lo que difiere enteramente de la manera como se produjeron sus discos anteriores.

Para la realización de este nuevo elepé, el trabajo de mezclado y la obtención del disco matriz se llevó a cabo en cinco países, y ello tomó un año y medio.
 

Se puso especial atención en la pista “Bounce”, cuyo
alegre y animado tono acaricia el oído del oyente. El Rey del K-pop, quien este año celebra 45 años de carrera artística, ni por un momento dudó en cambiar su estilo musical para la realización de este nuevo disco. 

En una entrevista, al preguntársele el motivo de este cambio, el cantante respondió: “En la música de la década de 1980 prevalecía cierta sensibilidad. Las tendencias de esa época han desaparecido. De igual manera, la cultura también cambia”.
 

“La música estadounidense de la décadas de 1950 y 1960 es muy distinta de los estilos dominantes en la música estadounidense actual”, dijo como respuesta a lo que lo llevó a cambiar su estilo como intérprete de canciones y moderar sus emociones en la letra de sus nuevas canciones.
 


Cho’s constant practice and self-innovation has made it possible for him to perform on stage for 45 years (photo courtesy of YPC Production).

La práctica e innovación constantes de Cho es lo que le ha permitido mantenerse en el escenario durante 45 años (foto cortesía de YPC Production).

 


De total desconocido, a leyenda viviente

Cho Yong-pil fue el sexto de una familia de siete vástagos, cuatro niños y tres niñas, y nació en 1950 en Hwaseong, Gyeonggi-do (provincia de Gyeonggi). Egresó de las escuelas de educación secundaria y preparatoria Kyungdong, en donde tuvo como compañero de clase al aclamado actor coreano Ahn Sung-ki. Inspirado por el talento musical de Ahn y por su experi8encia obtenida en grupos musicales, Cho empezó por tocar la guitarra con Ahn.
 

A pesar de que sus padres constantemente le instaban a esforzarse por ingresar en una universidad de prestigio, Cho no dejaba ni un minuto de tocar la guitarra. incluso, escapó de casa para ir en pos de sus sueños como músico.
 

Su carrera musical empezó en clubes cercanos a la 8ª Base del Ejército Estadounidense, y luego se presentó en escenarios de Busan, actualmente su segundo hogar.
 

Pasó desapercibido hasta 1976, cuando una de sus canciones devino en éxito mundial. Su éxito “Please Return to Pusan Port” [“Por favor, regresa al puerto de Busan”], tocó la sensibilidad de públicos de todo el mundo. Esta canción empezó a ser objeto de atención exactamente a dos años de su puesta en circulación oficial, en 1973. Las ventas de este LP rebasaron las 100 mil copias, todo un ´record en el ámbito de la música coreana. La aparición de este cantante en la ciudad portuaria dio lugar a toda una “innovación cultural” en toda Corea, no sólo en Seúl.
 

Esta canción causó muy buena impresión a la leyenda del pop francés Paul Mauriat, al grado de que éste hizo un arreglo de la canción para incluirla en un nuevo elepé a fines de 1978. Sus triunfos no parecían tener fin. Su primer disco de larga duración The Woman Outsde the Window [La mujer que se asoma por la ventana] fue todo un éxito y sus ventas rebasaron el millón de copias en 1970. La empresa estadounidense Ampex confirió a Cho el “Premio a la Cinta de Oro”, por lo elevado de sus ventas.
 

Su popularidad llegó a un país allende el mar, Japón. El pueblo japonés empezó  a cantar “Please Return to Pusan Port”, y para sorpresa de todos, en coreano, tanto en bares como en fiestas.
 

La celebración de un foro de música al que asistieron cinco países asiáticos, evento que tuvo lugar en el Ayuntamiento de la ciudad de Shibuya en 1982 brindó a este cantante la oportunidad de penetrar en el ámbito musical japonés. Tras ello, ofreció su primer concierto en Japón en mayo de 1983, lo cual lo llevó a ingresar en las filas de las estrellas globales. El concierto atrajo la presencia de 7,500 fans, el mayor público congregado por un solista.
 

Además, Cho fue el primer cantante coreano que se presentó como solista en un concierto en Beijing, China, en 1988. Para sorpresa de muchos, “Wanqui”, la versión china de su canción “Friend”, es la primera canción popular coreana que se incluyó en los libros de texto de música de preparatoria en 1996. Le siguió  “Please Return To Pusan Port” en 2002.


Cho Yong-pil sings during his concert held at the Olympic Gymnastics Hall on May 31 (photo courtesy of Insight Entertainment).

Cho Yong pil canta en un concierto realizado en la Sala del Gimnasio Olímpico el 31 de mayo (foto cortesía de Insight Entertainment).



Sus canciones hablan de las realidades de la vida

Cho Yong-pil se ha comunicado con el público a través de sus canciones durante más de 45 años. Su canción “Heogong” (“Vanidad”) de mediados de la década de 1980, fue un vehículo para mostrar la desesperanza de quienes participaron en el Levantamiento Democrático del 18 de Mayo.
 

Otra de sus canciones, “Morning of a Friend” [“La mañana de un amigo”] dada a conocer a fines de la década de 1990, refleja los difíciles tiempos que se vivieron durante la crisis del FMI, cuando fue común ver despidos en masa de trabajadores y reestructuraciones económicas de gran envergadura.

Su elepé más reciente, el décimo noveno, es un espejo en el que se reflejan realidades sociales actuales, una situación en la que priva un bajo crecimiento y una cada vez mayor brecha socioeconómica. En “My Way Back” (traducción no oficial) [“Mi regreso”], canción compuesta por Cho, se hace una reflexión sobre la vida de la generación de personas nacidas inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, entre 1955 y 1963. En dicha canción se abordan las penas de estos cincuentones, quienes deben enfrentar una feroz competencia, problemas económicos y jubilaciones anticipadas.  La letra (traducción no oficial) de On My Way Back es la siguiente:
 


Flores blancas se abren solitarias a lo largo de mi camino de regreso
En una oscura calle se levantan los aislados postes del alumbrado.
 

Debo dejar atrás mi juventud plena en recuerdos de gloria
En mi corazón crece el miedo de quien sabe que su próximo destino es la partida.
 

El valle de mi juventud está lleno de sueños incumplidos,
 
Y los recuerdos de un fallido amor que nunca más regresará se han ido quedando en el camino

“Esta canción es la más conmovedora e interesante de este nuevo disco”, afirmó Tony Maserati, quien se ocupó del mezclado del nuevo elepé. 

No obstante su ausencia de diez año, Cho Yong-pil aún es popular entre públicos de todas las edades. “Asumiré los retos  que esán por venir con la frente por delante, y ya veré qué pasa: si me rompo la cabeza o se quiebra muro que tengo delante de mí”, afirmó en una ronda de prensa. “No tengo otra opción, sino competir con tantos, tan brillantes y talentosos músicos”. 
 



Wi Tack-whan
 
(Traducción al ingles: Sohn Ji-ae)
whan23@korea.kr
(Traducción: Raúl Bautista Gutiérrez)