REVISTA LUZ | Tradición y modernidad
Tradición
y modernidad
El
pasado y el presente de la moda de Corea del Sur a través de dos diseñadores
que trascendieron las fronteras de su país: Choi Cheol Yong, el maestro de la
vanguardia, y Lee Young Hee, que supo reinterpretar como ninguno las raíces de
su cultura milenaria.
por
Patricia Daniele, desde Seúl
9 de octubre de 2016
Caminar por las calles de Seúl es enfrentarse a un
caleidoscopio de estilos en cada cuadra. Uno se cruza con hombres y mujeres
vestidos con sencillez (camisola y pantalón amplio), con el traje típico
(Hanbok) o a la última moda, especialmente en los barrios Dongdaemun y
Garosugil. Se trata de una sociedad altamente consumista y muy cuidadosa de la
estética, sobre todo los más jóvenes, que mueren por marcas como Chanel y
Burberry, y a la vez son muy respetuosos de las tradiciones.
Las principales firmas europeas están presentes en
Seúl y en algunas ciudades del interior del país. Desde Yves Saint Laurent,
Fendi, Salvatore Ferragamo, Prada, Louis Vuitton a Hermès, con locales propios
o formando parte de la cadena de tiendas departamentales Lotte, espacio
obligado para el shopping en varias metrópolis del país oriental. Incluso
cuentan con su propio duty free que
siempre está colmado de ciudadanos de nacionalidad china en busca de los
últimos lanzamientos en materia de moda, joyería y belleza.
Raíces
aggiornadas
El traje típico, masculino o femenino, está
compuesto por una chaqueta de mangas largas en seda labrada y una falda o un pantalón,
amplio, en gasa de colores fuertes. Se lo usa especialmente en fiestas y bodas,
pero es muy común ver en los templos de Seúl grupos de jóvenes ataviados a la
usanza tradicional.
Originariamente marcaba la diferencia en el status
social pero hoy fue reconvertido en una fina prenda femenina de noche, gracias
a los oficios de la diseñadora Lee Young Hee, quien se encargó de llevar sus
creaciones por el mundo. A los 80 años, menuda y llena de energía, esta mujer
presentó su versión del Hanbok en las pasarelas de París y Nueva York y, desde
el 2007, protagoniza una exhibición permanente del museo Smithsonian de
Historia Natural en Washington. Empezó confeccionando los trajes tradicionales,
pero a comienzos de los ’90 debido a la apertura política y comercial de Corea,
se animó a darse a conocer en el mundo, modernizando ese traje y adaptándolo al
gusto europeo. “Cambié los colores, acorté las faldas, experimenté con texturas
y, de pronto, tuve un gran éxito en la pasarela de prêt-a-porter parisino”,
dice.
Hoy, Lee Young Hee tiene una maison en Nueva York y
otra en Seúl y dicta clases en su tierra natal preparando a nuevas generaciones
de diseñadores que la miran con admiración y hasta le hacen prendedores de tela
con su cara. “Mi misión es dar a conocer la cultura sin descansar ni un día. Mi
pasión es hacer algo nuevo, enfrentar otros desafíos (seguramente el secreto
para estar tan espléndida cuando otras mujeres, a su edad, se dedican a cuidar
a los nietos). Todo el mundo se interesa ahora en la moda coreana tradicional,
el Hanbok va a convertirse en un estilo popular fuera de las fronteras de mi
país”, sintetiza Hee.
Vanguardia
pura
Pero no todo es tradición en la moda coreana, en el
extremo opuesto de Lee Young Hee se encuentra el híper moderno Choi Cheol Yong,
quien estudió y trabajó en Milán y retorno a Corea del Sur para poner en marcha
lo que había aprendido en la Academia Domus. Sus fashion shows muestran prendas
masculinas de estilo casual con camisas largas hasta las rodillas (simulando
faldas), bermudas o chaquetas pegadas al cuerpo con chupines. En su atelier del
barrio Gangnam (la misma zona que popularizó el cantante PSY con su tema
Gangnam Style) se puede descubrir una línea de prendas cancheras, denominada CY
Choi, que se vende en algunas tiendas y de manera online (www.cychoi.com).
También propone piezas femeninas muy cancheras, como vestidos en tela similar a
la de jogging, de línea A con la estampa de los huesos de la columna y las
caderas.
Los chicos coreanos son fashisonistas y
metrosexuales, se cuidan con cremas, algunos hasta se operan los ojos para
redondearlos y todos son muy exigentes con la ropa que usan. “Aquí, a la gente
joven le gusta la moda y la adapta al estilo personal –aclara el diseñador que
se inspira en poemas o en situaciones políticas para las estampas que usa–. El
mercado de la moda no es pequeño pero la clave está en el precio: no debe ser
ni muy alto ni muy bajo.”
Por la originalidad de sus propuestas, Choi ha
vestido a ídolos locales como las exitosas boy bands EXO y SHINee, lo que inevitablemente
popularizó su marca. Cy Choi está realizada con algodón y lana locales y
japonesas, también incluye jean y gabardina. En el perchero hay una hermosa
parca masculina de la colección Fall Winter 2016 (denominada Sound of
Landscape), en gabardina verde, con estilo militar y grandes letras aplicadas,
que tiene un chaleco desmontable de suave lana peinada marrón, muy abrigado.
Las dos prendas se pueden usar juntas o separadas. Sus diseños son así,
usables, cómodos pero siempre con un toque de lujo y actualidad chic.