Corea está esforzándose por lograr una transición hacia una estructura económica global para superar los problemas que aparecieron durante el crecimiento vertiginoso del país. Como es bien sabido, Corea ha logrado un crecimiento a una velocidad sin precedentes. En este proceso, el entonces Gobierno promovió políticas económicas orientadas a la exportación en colaboración con las grandes empresas, lo que produjo una brecha grande de desarrollo entre los conglomerados y las pymes. Bajo estas circunstancias, se puso mayor énfasis en la creciente importancia del “crecimiento conjunto” para reducir la brecha entre las empresas grandes y pequeñas y conseguir un crecimiento económico inclusivo y sostenible. En diciembre del 2010, el Gobierno de entonces estableció la Comisión de Crecimiento Compartido para resolver los conflictos entre las grandes empresas y las pymes mediante el diálogo. Esta organización se encarga de fomentar un ambiente que conduzca al crecimiento compartido, publicar los índices del crecimiento compartido de las grandes empresas y designar determinados sectores y artículos adecuados para las pymes. Al mismo tiempo, desempeña un papel de mediador en el conflicto entre los dos tipos mencionados de empresas con base en el consenso social.

En esta misma línea, se celebró la cumbre del G20 en Seúl en 2010. Este encuentro multilateral de alto nivel nació por la necesidad de fomentar la participación de los países emergentes para abordar temas de importancia internacional. Lo anterior debido a que las naciones del G7 se habían percatado de determinadas limitaciones a la hora de idear medidas al respecto, tras la crisis económica en 2008. Aunque durante las últimas tres décadas, la importancia y el papel de los países emergentes y en vía de desarrollo en la economía global han aumentado significativamente, el sistema financiero internacional no ha reflejado estos cambios. En consecuencia, la reunión ministerial se sustituyó por la cumbre del G20 donde participan los jefes de Estado y de Gobierno.

En noviembre de 2010, Corea presidió la cumbre del G20 en Seúl a la que asistieron los líderes de 20 países y los representantes de importantes organizaciones internacionales. Corea no solo fue la anfitriona, sino que también asumió la presidencia de la Cumbre. Este evento demostró que Corea empezó a desempeñar un papel activo en el escenario mundial. La cumbre del G20 adoptó la “Declaración de Seúl” compuesto por 20 artículos y firmó un acuerdo que contiene 74 artículos. La Declaración de Seúl enfatizó la reforma del FMI, donde los países avanzados tenían un gran peso. Asimismo, hizo hincapié en el papel de las naciones en vías de desarrollo y emergentes para poner fin a la guerra cambiaria entre las potencias económicas.